Ahora cierra de nuevo los ojos y piensa en esa persona que cada instante de cada día te brinda su amor incondicional, incluso cuando no lo mereces porque le haces daño con tus palabras u hechos.
¿El mismo nombre? Seguro que sí... ¿MAMÁ? En mi caso sin duda. Y hoy, en el día de la madre, en su día, quiero hacerle mi particular homenaje.
Podría decir sin lugar a dudas que mi madre es la mejor madre del mundo pero sinceramente, ¿de qué sirviría? ¿mejor o peor que quién? ¿con quién la comparo? ¿con la tuya quizás? Las comparaciones son odiosas y máxime en temas con tanta carga emocional; además, a mí me da igual lo que tú o los demás podáis opinar porque para mí, TÚ, mamá, ERES LA MEJOR.
¿Y por qué eres la mejor?
Porque sin que te lo pida y a pesar de mis quejas, siempre estás diciéndome lo que crees que es mejor para mí. No te importa que me enfade o me vaya dejándote con la palabra en la boca, siempre vuelves a la carga con esa insistencia incansable buscando mi bien. En ese momento mi parte visceral toma el mando y sólo intento con palabras y gestos que dejes de decirme lo que no quiero oir, porque en el fondo, sé que tienes razón... igual no tan el fondo. En esos momentos no te amilanas con mis aspavientos porque solo los que bien te quieren te dicen la verdad sin florituras, incluso aunque te duela. Sólo a los que importas corren el riesgo de enfrentarse por tu bien. Gracias mamá por quererme tanto y luchar hasta la extenuación por mí incluso contra mí misma. Eres la primera en recriminarme mis errores y a la vez mi defensora más ferviente, mi cortafuegos particular. Verte defender a capa y espada a los tuyos ante las injusticias mes revelaror, marca la senda que deben seguir mis pasos en la vida.
Eres mi saco de boxeo particular, ese que aporreo para desahogarme cuando lo necesito; tenga o no tenga razón; ahí está siempre, encajando los golpes y a la vez enfrentándome a mí misma, haciéndome reflexionar, afrontar mis errores e intentar mejorar. Y siempre, siempre perdonas. Gracias por perdonarme siempre, no darme nunca por perdida e insistir y perseverar.
Eres la mejor porque haces posible lo imposible. Con tu ejemplo he aprendido que si me lo propongo puedo alcanzar las estrellas. Eres mi inspiración y mi ejemplo a seguir.
Cada día de mi existencia me has enseñado qué hacer y lo más importante, me has mostrado como hacerlo; como superar todas las piedras del camino, como hay que levantarse cuando las circunstancias de la vida te superan y te derrumban. Me has enseñado que siempre hay que intentar mejorar, pero no a cualqiuer precio; no todo vale. Me has demostrado que el camino al éxito y a la felicidad pasa por anteponer siempre a las personas; pasar tiempo con la familia y amigos. Me has enseñado que la renuncia en favor de un ser querido no es renuncia, que el sacrificio por aquellos que amas no es una obligación sino un privilegio. Gracias por todas las veces que te has privado tú para darme a mí. Has colmado mi vida de todo aquello que deseaba pero sobre todo la has colmado de tí, de tu amor incondicional, de tu amor regenerador, de tu protección. Has creado un gran legado, y dejas huella en todos aquellos que tienen el privilegio de tenerte en su vida. Eres buena gente, nadie puede dudarlo.
Eres la prueba de que cuando quieres algo, con esfuerzo, perseverancia y compromiso se consigue. Me has demostrado que los sueños se hacen realidad cuando vas a por ellos con determinación y honestidad. Me has enseñado que sin sacrificio no hay gloria y que lo más valioso que tengo son mis convicciones y mi familia. Me has mostrado que los verdaderos logros son aquellos que compartimos con los demás, aquellos que mejoran sus vidas.
Experta en enseñar con el ejemplo me has dado un máster en ternura, paciencia, comprensión, compasión, dedicación, esfuerzo, responsabilidad, alegría, humildad, sinceridad, sensibilidad, amor...
Eres madre, abuela, esposa, amiga. Verte interactuar con los demás es un privilegio, tu entrega incondicional a nosotros me desarma. Te das al cien por cien en cada tarea que llevas a cabo y nunca dejas que la decepción te desanime ni que la adversidad te domine. Nos das a todos una y mil oportunidades, siempre aguantando, perdonando; siempre con una sonrisa.
Siéntete orgullosa de la familia que has formado, eres uno de sus pilares principales.
Mamá, gracias por allanarme el camino con tu dulcura, tus mimos y tu aliento constante; gracias por escucharme, aconsejarme y apoyarme en mis locuras. Gracias por sacar fuerzas de donde parece no haber para cuidarnos, jugar con nosotros, amarnos. Gracias por escucharme incluso cuando no te gustaba lo que oias. Gracias por tu apoyo incondicional y tus sabios consejos. Gracias por predicar con el ejemplo. Mamá, gracias por siempre estar ahí y quererme tanto.
Lo que soy os lo debo a vosotros, mis éxitos son los tuyos y mis fracasos son en parte por no hacerte caso. Mi mundo es mejor porque tú estás en él.
Te quiero hasta el infinito y más allá; quizás no te lo diga mucho pero ya sabes, las palabras se las lleva el viento... Espero que mis hechos hablen por mí porque no te quepa ninguna duda, eres lo mejor que me ha pasado en la vida. La familia que me has dado es mi principio y mi fin.
Te quiero mamá. Feliz día.
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