Día Internacional de la Mujer ¿hasta cuándo?



El Mundo de Pope - Día de la Mujer Trabajadora
   Soy mujer así que ayer fue mi día. ¿Realmente lo fue? Y si así es, ¿quiero realmente que lo siga siendo?      No me malinterpretéis, ya os he dicho que soy  mujer, y una de esas a las que le encantan las flores y los corazones, vamos, que sigo disfrutando del día de mi cumpleaños como cuando era niña, con lo que tener un día en el que eres la protagonista en algún sentido pues oye, me encanta. ¿Pero qué se supone que debía celebrar ayer?
     Si la respuesta es el hecho de ser mujer, entonces creo que lo justo es reivindicar que los hombres, por el simple hecho de serlo tengan también su día especial.

     ¿Qué celebramos entonces? La verdad, celebrar lo que se dice celebrar… más bien nada, se trata más bien de un día de reivindicación, un día en el que las mujeres, en el siglo XXI y aquí en España pedimos ¿qué exactamente? Y esta es la pregunta importante, es importante saber qué pedimos y por qué; pedir por pedir sólo nos convertirá en mujeres caprichosas.
     Si hacemos caso a la wikipedia, el 8 de marzo es el día internacional de la mujer (inicialmente de la mujer trabajadora) desde 1911, comenzó en Alemania y se fue extendiendo a otros países hasta que en  1977 la ONU proclamó ese día como Día Internacional por los Derechos de la Mujer y la Paz Internacional (Si, no nos dieron el día para nosotras solas, lo compartimos con un objetivo mayor, la paz en el mundo).  Y si seguimos fiándonos de nuestra amiga la wikipedia, lo que conmemoramos es la “lucha de la mujer por su participación, en pie de igualdad con el hombre, en la sociedad y en su desarrollo íntegro como persona”; ahí es nada.
     Bien, fijémonos en la fecha… ¡1911!, ¡1977! ¿No os suena ya un poco antiguo? A mí la verdad es que sí. ¿Es este día todavía necesario? Rotundamente sí  ¿Igual de necesario en todos los países? No, es más, la necesidad la clasificaría más según el modelo de sociedad y/o creencia religiosa.
     Pues bien, atendiendo a mi propio criterio, creo sinceramente formar parte de una minoría en el planeta en el que siendo mujer puedo decidir libremente sobre mi futuro, mi función en la sociedad y puedo decir, siempre desde el respeto, lo que pienso, siento y creo sobre lo que me dé la gana. ¿Necesito yo, en la sociedad que me rodea un día internacional de la mujer? Pues en esta parcelita concreta del universo y la vida, creo que no. ¿Hay cosas que mejorar? Desde luego. ¿Hay que luchar por una mayor igualdad en oportunidades, responsabilidad y retribución? Por supuesto Pero, ¿realmente es necesario un día para luchar por esto aquí en España? No lo creo, porque, aunque pienso que todavía queda camino por recorrer, se corre el riesgo de presentarnos como “mujeres oprimidas” (algo que me dijo ayer un amigo hablando del tema); se puede caer en la tentación de querer pasar al otro extremo y pasar de sumisas socialmente a dominantes (este parece a veces el objetivo de las autoproclamadas feministas).
     Seamos sinceras, para el camino que queda aquí en España en este tema, necesitamos sí o sí el apoyo de los hombres. ¿Algunos pondrán resistencia? Desde luego ¿no lo harías tú si fuera al revés?  Cambiar creencias y comportamientos con tantos siglos de antigüedad no es fácil. Los cambios siempre asustan y más cuando te afectan en lo personal pero, todo cambio, será menos doloroso y más rápido si ambas partes se sientan y hablan razonadamente. Crear leyes que simplemente por el hecho de ser mujer te beneficien no creo que sea la solución porque además de enfrentar a los dos sexos, ya se sabe, hecha la ley, hecha la trampa.
     Es cierto que ante un puesto de trabajo, un hombre y una mujer, a igualdad de formación, experiencia y capacidades deberían cobrar lo mismo. Pero es igual de cierto que hoy, ante un divorcio, si ambos padres trabajan, ambos deberían poder compartir la custodia de sus hijos. Ojalá estas y demás situaciones de desigualdad se corrijan, para todos, en un futuro próximo.
     Es cierto que en las cúpulas de las empresas y las administraciones públicas debería haber una mayor presencia de la mujer, pero es también cierto que las que lleguen deben hacerlo por méritos, por su capacidad y su habilidad.
     El tema es complejo y al final intentar resumirlo en pocas palabras es difícil pero si he de hacerlo creo que, al igual que el día del orgullo gay, en su momento, cuando estos movimientos nacieron en España estos días de reivindicación eran necesarios y gracias a ellos estamos donde estamos. ¿Qué todavía hay energúmen@s que atacan a estos colectivos? Haberlos haylos, los ha habido siempre y por desgracia erradicarlos es prácticamente imposible. Más, tal y como lo veo yo, en estos días y en este país llamado España, quizás deberíamos ceder este día a otras causas que hagan que mejoremos como sociedad ¿un día de la moralidad?
     Hombres y mujeres nos complementamos y juntos podemos ser más felices. ¿No es eso lo verdaderamente importante en la vida? Al menos en mi mundo lo es...
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