Tu peor enemigo

¿Alguna vez has pensado que no has encontrado tu media naranja debido a tu físico? Esto para muchos es una auténtica estupidez, entre ellos mi yo consciente, pero en algún rinconcito no tan escondido de mi cerebro, hay una voz que una y otra vez me dice que no es así; es mi parte iracional que me dice con absoluta certeza que no encontraré a mi media naranja hasta que mi aspecto cumpla los cánones de belleza establecidos hoy en día. Obviamente es un tema del que no te gusta hablar con nadie; como mucho se te escapa un comentario dejando clara tu postura cuando sale el tema pero, cuando alguien intenta profundizar, pones en marcha todas tus armas para cambiar de tema. La mayoría de veces lo consigues y no porque tengas un control absoluto sobre el arte de la distracción sino porque tus interlocutores, normalmente tus amigos, se apidan de tí porque saben la ansiedad que ese tema te provoca y lo irracional de tu postura al respecto. Pues en una de esas ocasiones, una amiga simplemente me dijo, "mira el vídeo del enlace que te voy a mandar" y me mandó un whatsapp con el link. ¿Tienes curiosidad? Te recomiendo que antes de seguir leyendo lo mires, puedes hacerlo aquí.

Si tu subconsciente es de los míos, igual este vídeo te ha emocionado y te ha hecho sentir realmente estúpida; a mí me pasó; de hecho, me ha vuelto a pasar. Es duro darte cuenta que tú eres tu peor enemigo y que un vídeo de apenas unos minutos tiren por tierra todas tus argumentaciones y rompa tus esquemas. Pero, por muy duro que sea reconocer que tus miedos son sólo eso, absurdas sensaciones que te atemorizan de tal manera que te paralizan y no te permiten avanzar y realizar las acciones que sabes que tienes que hacer para cambiar de actitud; es realmente extraordinario sentir, aunque sea por sólo unos segundos, que todo ese miedo puede desaparecer si te lo propones porque sólo está en tu cabeza. De repente tu parte consciente toma de nuevo las riendas y esa ansiedad desaparece porque la esperanza se abre camino y ves con absoluta claridad que el vaso no está medio vacío sino medio lleno y es que es realmente satisfactorio darse cuenta que casi con total seguridad, los demás te ven mucho mejor de lo que te ves a tí misma. Sería realmente maravilloso si estos momentos de lucidez solucionaran realmente el problema; por desgracia no lo hace; el camino de la superación de tus propias inseguridades requiere de esfuerzo, sacrificio y constancia. ¿Habrá días malos? Seguro. ¿Habrá recaídas? Sin dudarlo. ¿Merece la pena intentarlo? Desde luego porque la superación del miedo te liberará, y lo sabes. Una vez superado ya no habrá más excusas y podrás por fin ser realmente feliz con tu aspecto, sea el que sea porque sabrás con absoluta certeza que la gente que te quiere lo hace por lo que eres y no por cómo eres físicamente. Y si aúna sí quieres cumplir con los cánones de belleza recuerda, no hay dietas milagrosas; la fórmula es simple; si quieres adelgazar, consume más calorías de las que consumas; no es fácil pero sí efectivo ;)
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